Paris, la Citè de mes decèptions (III y final)

miércoles, 20 de agosto de 2008


Ya, al fin concluyo esta saga que me llevó más tiempo relatar, de lo que realmente estuve de viaje.

Bueno, el viaje a Paris desde el inicio no fue del todo placentero. Después de la gran desvelada por tratar de tomar un cochino taxi, era obvio que no me iba a levantar temprano a seguir mi itinerario. Por más que quise despertarme el cansancio acumulado era mucho, por lo tanto mi día activo empezó a las 10:00 a.m. Tenía exactamente 4 horas para visitar el Museo de Louvre, el Cementerio de Père-Lachaise, Hotel des invalides, Champs Elysèss, El arco del Triunfo, Notre Dame, el Jardín de las Tullerias y El Sagrado Corazón. ¡¡Dónde fregados!!!

El congestionamiento de autos que se hace en Ciudad de Guatemala es muy similar a los que se hacen en las grandes ciudades cosmolitas del mundo!! que chin...


Bueno, el orden de los acontecimientos fue el siguiente:

1) Tomamos nuestro Bus de L'Open Tour y nos dirigimos a la Catedral de Notre Dame. Muy bonita, aunque he de decir que me la imaginaba mucho más grande (es la mitad de la Catredal de Colonia).

2) Volvimos a tomar el Tour en bus y llegamos a los Champs Elysèes, me encampané en algunas tienditas y se me fue el tiempo comparando y comprando. Por cierto, a pesar que Paris es la capital de los perfumes, éstos son más caros que comprarlos en la tienda que hace el bazar de perfumes (por aquello del "cooooortale mi chava!!!")

3) caminamos por los Campos Elíseos y nos dirigimos a el Arco del Triunfo. Ni siquiera nos intentamos cruzar la rotonda de la muerte (aunque hay un paso peatonal subterraneo para llegar); igual, no iba a pagar por ver de cerca el famoso Arco, el cuál, dicho sea de paso, es enorme! Nos tomamos las fotitas respectivas y a tomar de nuevo el bus.

4) Al tomar el bus tenía una encrucijada. Una de esas decisiones que pueden cambiar toda la historia. Tenía que elegir entre:


  • opción 1: Ir a ver la tumba del lider de una de mis bandas favoritas y tomarme la foto respectiva y dejar mi firma de: Yo estuve aquí, que viva por siempre el irremplazable: Jim Douglas Morrison, y de pasito ir a la tumba de nuestro Premio Nóbel de Literatura Miguel Angel Asturias y de otros personajes ilustres que me interesan; o

  • opción 2: Ir al museo de Louvre e ir a ver la colección egipcia (civilización que encanta). La Mona Lisa no me llama la atención. Además dicen que es muy chiquita, que toda la gente se apuñusca adelante y se tiene que abrir paso a puro empujon y para colmo... no se puede tomar uno una foto con el famoso cuadrito (o estampita para algunos). y por supuesto tomarme la fotita en la pirámide invertida.

Pues la moneda fue lanzada, cara opción 1, águila opción 2. En mi mente pensaba: cualquiera está bien, pero quería ir a ambos lados. al final la moneda dió su veredicto: iría al Museo Louvre. Como el tiempo apremiaba y si seguía en el bus del Tour, no iba a llegar a ningún lado, decidimos irnos en metro.


La fama de Paris sobre sus carteristas se la tiene bien ganada. Sobre todo en lugares dónde hay mucha amontonazón y uno de esos lugares es el metro. Todos mis amigos que han visitado Paris, me advirtieron sobre semejante peligro. Yo llevaba mi bolsa de seguridad pegada al cuerpo con todo mi dinero, tarjetas de crédito y pasaporte. En mi morral llevaba un poco de efectivo y otros enseres. Todo pasó tan rápido y de manera confusa. Era un hombre negro que, utilizando la excusa de ayudarnos en el molinete del metro, aprovechó para bolsearnos. Y SI, estoy segura que fue ese negro hijo de la gran puta, por la forma en que nos "bailó" en el molinete. A mí me sacó 5 euros de ¡la bolsa del pantalón! Ni sentí. A mi tía absolutamente todo el dinero de ella y de mi prima (todo por no usar la bendita bolsita de seguridad!!!).


Lo siguiente que pasó:



  • Perdimos de nuevo el vuelo a Venecia y estabamos en una mierda de aeropuerto sin ni siquiera internet, nada, peor que de pais tercermundista dicen...(sin ofender).

  • De regreso a Paris, por la fucking fiesta del solsticio de verano, nos dejaron literalmente varadas en una estación de tren para ir a la casa de un amigo (en las afueras de Paris) que nos iba a dar posada. Y los hijos de la gran Crèpe nos habían vendido ya los tickets para nuestro destino final y simplemente perdí mi dinero (desde el robo los gastos estuvieron a cargo mío). Gracias a Dios el Taxi no tardó en pararnos (sólo eso nos hubiera faltado!)

  • Tuvimos que pasar otra noche en Paris, a un costo exhorbitante por un cuchitril de habitación.

  • Dormí 3 horas antes de ir a la tan temida estación Gard du Nord para tomar un tren que nos llevara de vuelta a Alemania.

  • Sentí un gran alivio al llegar a Alemania. El sistema de orden, puntualidad, limpieza y seguridad es incomparable.

  • Al llegar a tierra segura, mi sistema caducó, y literalmente dormí por 19 horas seguidas.

  • No, ya no fui al Museo de Louvre.

Para cuando escribí mi post de viaje, ya todo habia pasado y estaba disfrutando de mis últimas días de vacaciones en Münster en la casa de unos amigos maravillosas que nos tendieron la mano de una manera incondicional después del robo.


Por ahora, ya tengo mi próximo destino turistico... espero que sea lo más pronto posible si Dios así me lo permite.

Paris, la Citè de mes decèptions (II)

lunes, 11 de agosto de 2008


Por momentos el cielo se tornaba gris y una ligeria lluvia caía sobre nosotras. Cerca del hotel, estaba la parada de L'Open Tour, un bus para turistas con audifonos, del mismo tipo que el de Londres. Incluía también el viaje en bote por el Río Senna.
Nuestra primera parada fue el Museo D'Orsay. Si bien el Museo Louvre está al "cruzar" la calle, decidimos entrar al D'Orsay para admirar las pinturas de Monet, Manet, Degas, Renoir, Van Gogh, entre otros. El tiempo se pasa volando cuando se está en un museo. Bueno, por lo menos a mí eso me pasa. Después de almorzar-cenar dentro del museo, decidimos tomar el tour por el Senna, nuestro destino: La Torre Eiffel.
El tour fue por demás encantador.



Paris arquitectónicamente es muy linda. Nuestro Bateux era muy bonito, con la cubierta de cristal que dejaba ver cada rincon de Paris. Fue una hora de viaje en un paisaje que motiva a reflexionar y a sentirse reconectado con uno mismo.
Mientras transcurría mi viaje en bote, me sorprendió ver que la famosa Catedral de Notre Dame es pequeña, pero puedo imaginar lo imponente que sería para inspirar a Victor Hugo a Escribir su famosa obra: El Jorobado de Notre Dame, allá por el siglo XIX.
Estaba absorta en mis pensamientos cuando, en medio de un bello atardecer Parisino, de repente aparece el ícono más famoso de Francia, iluminado y simplemente espectacular. Bueno, realmente para ese entonces eran como las 21:00 hrs, ¡y apenas está anocheciendo!
Subimos a la 2da plataforma de la torre sin ningún problema, tengo en mi mente el mensaje en las puertas del elevador de la torre: ¡Cuidado con los carteristas! Yo iba abrazando mi morral. La vista era única: Paris de Noche!!! Había fiesta en el Campo de Marte, no entendía bien qué era, pero parecía que habían hecho unos ejercicios de paracaidismo y se juntaron allí para recibirlos. Era una algarabía total. Al bajar la torre y enfilarnos hacia la parada más próxima del metro pude ver a los parisinos cantando, bebiendo vino, alegres; así como el espectáculo de luces de la Torre Eiffel.
En casi toda Europa, el 21 de junio se celebra el solsticio de verano, y Paris no es la excepción. Pude observar como en muchos puntos de la ciudad estaban preparando escenarios para conciertos. El metro también es gratis ese día y circula las 24 horas. PERO, un día antes de la festividad, el Metro deja de circular a media noche, no a las 3 a.m. como es constumbre. Cómo no alcanzamos el metro, decidimos tomar algo en uno de esos tipicos cafe-bar. El mesero, quién afortunadamente hablaba español, nos indicó que enfrente podíamos tomar un taxi SIN ningún problema. ¡¡ajá!!!
Salimos de el bar (bueno, nos echaron, que resulta que Paris también tiene ley seca y todo se termina a las 2:00 a.m. y te empiezan a desalojar media hora antes, como en Guatemala) y allí empieza mi calvario para tomar un pinche taxi. Había un lugar para llamar a el taxi, apretaba y apretaba el botón, y ninguna persona respondía. Cada taxi que pasaba era una esperanza, que se desvanecía cuando no paraba. Los taxis llevan unas luces en la parte de arriba que indican si están ocupados o están disponibles. Absolutamente todos tenían el foco encendido en "ocupado". Los pocos taxis que pararon, me dejaban hablando sola cuando se daban cuenta que NO hablaba el fucking french. ¡se iban, así nada más! y mi frustración y ansiedad iban creciendo cada vez más.
Casi al mismo tiempo que empezó mi "aventura" por buscar un taxi, pude divisar a un par de muchachos en bicicleta que charlaban, por un momento decidí que iba a hablar con ellos, pero fui detenida, con la esperanza de que pronto iba a parar un taxi que nos llevara de regreso al hotel. Al cabo de un poco más de una hora mi desesperación era tal, que decidí irle a hablar a los muchachos que seguían allí conversando. Ninguno de los dos hablaba español y sólo uno hablaba inglés. Después de relatarle lo sucedido, me preguntó para dónde iba, le dije: "a la Bastille" "uf! lejos!", dijo. Por un instante me pasó por la cabeza el regresar caminando al hotel, mapa en mano, pero al ver la distancia descomunal que había desde nos encontrabamos hasta nuestro hotel, la idea se fue como llegó. El muchacho, paró un taxi, le habló en francés, le dijo que eramos tres y el destino final era La Bastilla, y en eso las palabras mágicas: "go! that is your taxi!" ¡Ya lo B-E-S-A-B-A!!! HORA Y MEDIA después ibamos camino al hotel. Sólo dormiríamos 3 horas, ya que al día siguiente nuestros destinos eran varios y la distancia entre Paris y nuestro aeropuerto Beuveais era mayor que la que habían entre Londres y Luton.
Mis planes era pasar la fiesta del solsticio de verano en Venecia. ¡Qué lejos iba yo a saber que mis planes, ni remotamente se iban a cumplir!!
NOTA: Todas las fotos las tomé yo en mi viaje. Pero si les gustan las pueden copiar, sólo dejen el link de dónde las obtuvieron.

Paris, la citè de mes déceptions (I)

sábado, 2 de agosto de 2008


C'est la vie!!


Para muchos, ir a Paris es un sueño. Es una ciudad a la que la mayoría de personas quisieran conocer. Puedo hasta afirmar que el 99% de las personas que ya la han conocido les gustaría regresar o regresan cada tanto. En mi caso (y muy particular), desde que estaba planeando mi viaje a Europa, Paris fue un destino al que escogí debido a que quedaba en el "camino" hacia italia desde Londres, y pensé "bueno, que más da, igual tampoco la conozco". Pero había algo dentro de mí que no me permitió emocionarme particularmente por conocer Paris. Como diría un amigo, tomando como referencia el tema de Ismael Serrano, Casandra: "vi entre sombras el futuro".


El sabio dicho de: "lo que mal empieza, mal termina" no pudo ser más exacto. Y todo comenzó cuando perdimos el avión hacia Paris.

Sólo me puedo imaginar en un universo paralelo en el cual no perdimos el avión y estabamos llegando al Charles De Gaulle a eso de las 21:30 horas. Una hora y media más tarde arrivaríamos a la estación Garde du Nord para tomar el metro hacia La Bastille, en dónde a una cuadra se encontraba nuestro hotel. En el universo paralelo, llegamos al hotel a eso de la media noche. Sólo de imaginarmelo, se me eriza la piel.


El avión salió de Luton a las 10:00 a.m. y llegamos a Paris dos horas después. Después de dar vueltas como trompos en el aeropuerto De Gaulle para encontrar el tren que nos llevara a la estación Gard du Nord, llegamos al anden donde se encontraba el tren listo para partir. Yo apresuré el paso y pude subir al tren, en eso, como diría la canción "la puerta se cerró detrás de mi..." y veo mis dos acompañantes con los ojos desorbitados en el anden del tren. El tren empezó su marcha rumbo a Garde du Nord y yo después de vociferar "¿cómo putas se abre ésta mierda?" con un francesito a la par mía, me dí cuenta que nuestros intentos eran inútiles y no me quedó más que decirles: "las espero en Gard du Nord". Mi pena (o angustía, mejor dicho) no era el irme solita en el tren, sino que mi prima se había quedado con los boletos del tren. Al sentarme ya más "tranquila" me di cuenta que había una familia de mexicanos a la par mía, que por supuesto que escucharon toda la sarta de malas palabras que existe en mi vocabulario. Sólo me imaginé como me miraba y escuchaba, y sé que fue un espectáculo gracioso. "pura nita!" pensé.


Yo no me considero una persona miedosa. Le hago frente a CASI cualquier cosa con los ovarios bien puestos. Pero al bajarme del tren en la famosa estación, mi corazón empezó a palpitar fuertemente y un nerviosismo cruzaba todo mi cuerpo. Era una estación oscura y sucia, muy parecida a Harlem, NY. Las pintas de las personas no eran del todo buenas. La espera de 14 minutos se me hizo eterna, hasta que por fin aparecieron. Ahora digo: Gracias a DIOS que no llegamos en la noche!!!!!


Luego de llegar al hotel y subir los 6 pisos hasta nuestra habitación, la cuál era muy bonita (por lo menos!), descansamos un rato y luego partimos a recorrer lo más que pudieramos Paris, ya que al día siguiente nos teníamos que ir.


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