En mi Opinión…porque no hay “humildes” opiniones. Ni tampoco “valiosas” opiniones. Sólo opiniones, a secas.
En las últimas semanas he estado asistiendo a algunas actividades culturales, para “alimentar” el espíritu (o las ganas del coctelito de grolis). Me he codeado con gente “pensante” (según ellos) con ínfulas de Dioses griegos tan mitológicos como su “mente brillante”. El complejo de inferioridad a su máxima expresión, tratando de sobresalir entre tanta cabeza enana hasta que aparece nuestro amigo el alcohol y todos vuelven (o volvemos) a ser los mismos animales “racionales” de siempre. No falta el resentido que le estrella una copa de vino (vacía por supuesto) en la cara a un cuatío por equis o ye razón. Igual del “¡qué barbaridad!” no pasamos. Como siempre he dicho, mejor dicho, como dice la famosa frase de Mafalda: Nunca Falta alguien que sobra!!
Bueno, pero ese no es el punto. El punto es, que hubieron dos actividades a las que asistí: 1) La Inauguración del Festival Ícaro (la razón de mi comentario anterior); y 2) Los 10 años de la Editorial Letra Negra.
En las últimas semanas he estado asistiendo a algunas actividades culturales, para “alimentar” el espíritu (o las ganas del coctelito de grolis). Me he codeado con gente “pensante” (según ellos) con ínfulas de Dioses griegos tan mitológicos como su “mente brillante”. El complejo de inferioridad a su máxima expresión, tratando de sobresalir entre tanta cabeza enana hasta que aparece nuestro amigo el alcohol y todos vuelven (o volvemos) a ser los mismos animales “racionales” de siempre. No falta el resentido que le estrella una copa de vino (vacía por supuesto) en la cara a un cuatío por equis o ye razón. Igual del “¡qué barbaridad!” no pasamos. Como siempre he dicho, mejor dicho, como dice la famosa frase de Mafalda: Nunca Falta alguien que sobra!!
Bueno, pero ese no es el punto. El punto es, que hubieron dos actividades a las que asistí: 1) La Inauguración del Festival Ícaro (la razón de mi comentario anterior); y 2) Los 10 años de la Editorial Letra Negra.
Estoy consiente que en Guatemala, el apoyo hacia lo artístico o cultural y deportivo es prácticamente nulo (quitando a los decepcionantes y vividores jugadores de la Selección Nacional de Futbol). Sólo unos cuantos artistas han logrado un apoyo más o menos grande, unos por el talento que tienen y otros que digamos, que si tienen talento (no lo voy a negar), pero el empujón de “papi presi” pues como dice la porra: ¡¡Se ve, se siente, el presi está presente!!
También estoy de acuerdo en que CUALQUIER actividad artística o cultural es enriquecedora. Desde ir al Ballet, escuchar la Orquesta Sinfónica o un concierto de Rock, Escuchar poesía, admirar una pintura y/o escultura, ir al cine o leer.
En el caso del Festival Ícaro, se encarga de promocionar el cine centroamericano, lo incentiva. Pero el apoyo financiero o moral para los creativos del cine generalmente NO viene de Guatemala (como País). En Guatemala ni siquiera una escuela de cine hay (barata pues). Además ir al cine se ha vuelto una cosa de lujo. Al ir uno con su traid@, la cuenta SÓLO de ir al cine no baja de Q100.00 (incluye: 2 entradas, unos poporopos medianos y un agua pura). Una típica familia ¿Qué hace con Q100.00? ¡¡VIVE!!.
Para la industria del libro tampoco es fácil. Es una apuesta, un negocio de altísimo riesgo para los editores (mejor dicho, para los dueños de ellas). En Guatemala NO se lee. NO hay un incentivo a la lectura desde que somos patojitos. En el conversatorio que se armó por el aniversario de la editorial en mención, se habló de la sustitución gradual de los clásicos literarios tanto Guatemaltecos como universales, ¡por libros motivacionales! Realmente no había caído en la cuenta que mi hermanita de 15 años no ha leido NI LA MITAD de los libros que yo leí en el colegio a su edad. No me había fijado. Y me preocupé. Estamos educando niñ@s, pero no los estamos “culturizando”. De aquí en unos años vamos a tener Asnos con MBA.
Lo que me pareció abominable es (y el punto principal de este post), que para el festival Ícaro llegó nuestro flamante Señor Presidente. En resumidas cuentas, dijo que va a crear una secretaria en el ministerio de Cultura para “Apoyar a certámenes como éste (Ícaro), a que tengan más difusión entre la población”… porque él sabe lo difícil que es para un artista (y mencionó a su hijo) el sobresalir aquí. Eso quiere decir, que para mantener esa secretaria del cine, es necesario poner más burócratas y por lo tanto, otro pretexto para aumentar el gasto público y aumentar nuestros impuestos (como lo quieren y lo van a hacer). NO estoy de acuerdo.
Mientras tanto, la Gremial de editores estuvo luchando porque le quitaran el IVA a los libros y así abaratar el costo y hacer que los libros lleguen a más personas y no sólo para educar, sino para culturizar. Por supuesto que NO se lo quitaron. NO estoy de acuerdo.
Como repito, a mí me encanta el cine. Pero, ¿darle un apoyo más grande que a los libros? No cabe duda que nos quieren seguir viendo como ignorantes. Ya que una persona que lee, no es tan bestia como el que no “lee” más que el periódico y amarillista, ese que tiene más fotos. (sin ofender, pero es la verdad).
Como dice un mi amigo: lea, lea!!
También estoy de acuerdo en que CUALQUIER actividad artística o cultural es enriquecedora. Desde ir al Ballet, escuchar la Orquesta Sinfónica o un concierto de Rock, Escuchar poesía, admirar una pintura y/o escultura, ir al cine o leer.
En el caso del Festival Ícaro, se encarga de promocionar el cine centroamericano, lo incentiva. Pero el apoyo financiero o moral para los creativos del cine generalmente NO viene de Guatemala (como País). En Guatemala ni siquiera una escuela de cine hay (barata pues). Además ir al cine se ha vuelto una cosa de lujo. Al ir uno con su traid@, la cuenta SÓLO de ir al cine no baja de Q100.00 (incluye: 2 entradas, unos poporopos medianos y un agua pura). Una típica familia ¿Qué hace con Q100.00? ¡¡VIVE!!.
Para la industria del libro tampoco es fácil. Es una apuesta, un negocio de altísimo riesgo para los editores (mejor dicho, para los dueños de ellas). En Guatemala NO se lee. NO hay un incentivo a la lectura desde que somos patojitos. En el conversatorio que se armó por el aniversario de la editorial en mención, se habló de la sustitución gradual de los clásicos literarios tanto Guatemaltecos como universales, ¡por libros motivacionales! Realmente no había caído en la cuenta que mi hermanita de 15 años no ha leido NI LA MITAD de los libros que yo leí en el colegio a su edad. No me había fijado. Y me preocupé. Estamos educando niñ@s, pero no los estamos “culturizando”. De aquí en unos años vamos a tener Asnos con MBA.
Lo que me pareció abominable es (y el punto principal de este post), que para el festival Ícaro llegó nuestro flamante Señor Presidente. En resumidas cuentas, dijo que va a crear una secretaria en el ministerio de Cultura para “Apoyar a certámenes como éste (Ícaro), a que tengan más difusión entre la población”… porque él sabe lo difícil que es para un artista (y mencionó a su hijo) el sobresalir aquí. Eso quiere decir, que para mantener esa secretaria del cine, es necesario poner más burócratas y por lo tanto, otro pretexto para aumentar el gasto público y aumentar nuestros impuestos (como lo quieren y lo van a hacer). NO estoy de acuerdo.
Mientras tanto, la Gremial de editores estuvo luchando porque le quitaran el IVA a los libros y así abaratar el costo y hacer que los libros lleguen a más personas y no sólo para educar, sino para culturizar. Por supuesto que NO se lo quitaron. NO estoy de acuerdo.
Como repito, a mí me encanta el cine. Pero, ¿darle un apoyo más grande que a los libros? No cabe duda que nos quieren seguir viendo como ignorantes. Ya que una persona que lee, no es tan bestia como el que no “lee” más que el periódico y amarillista, ese que tiene más fotos. (sin ofender, pero es la verdad).
Como dice un mi amigo: lea, lea!!
Imágen de: google