El perfecto lugar para encontrarnos...

jueves, 7 de febrero de 2008


El perfecto lugar para encontrarnos, para estar. Una tarde soleada, una tarde de fresca primavera. El aroma de las flores se puede sentir, así como del rico café italiano que se prepara en la Trattoria de enfrente. El sonido de las pequeñas olas del lago, contrasta con la música que salía del local. Sólo un murmullo se oye del agitado pueblecillo. Puedes sentir en tu cara el viento levemente cálido. Nos sentamos de tal forma que ambos teníamos la vista más envidiable. Yo pediría un café negro, fuerte con un toque de azúcar morena. Tú, pedirías un expresso o un cortado. Ambos lo disfrutaríamos con un cigarro y sin pastel. Hablaríamos de todo y de nada a la vez. Hablaríamos hasta que los faroles se enciendan y las Villa se empiece a iluminar. Y regresaríamos de dónde venimos. Tratando de buscar otro momento, otro lugar, igual de mágico… o mejor. Para seguir acompañándonos, comprendiéndonos, queriéndonos, para seguir viendo hacia el mismo lugar y observar, sentir, escuchar.

Encontré nuestra mesa. Encontré nuestra vista. Encontré el día perfecto. Sólo falta algo… ¿pero qué?

Pintura de Bob Pejman. Bellagio Memories.