- opción 1: Ir a ver la tumba del lider de una de mis bandas favoritas y tomarme la foto respectiva y dejar mi firma de: Yo estuve aquí, que viva por siempre el irremplazable: Jim Douglas Morrison, y de pasito ir a la tumba de nuestro Premio Nóbel de Literatura Miguel Angel Asturias y de otros personajes ilustres que me interesan; o
- opción 2: Ir al museo de Louvre e ir a ver la colección egipcia (civilización que encanta). La Mona Lisa no me llama la atención. Además dicen que es muy chiquita, que toda la gente se apuñusca adelante y se tiene que abrir paso a puro empujon y para colmo... no se puede tomar uno una foto con el famoso cuadrito (o estampita para algunos). y por supuesto tomarme la fotita en la pirámide invertida.
Pues la moneda fue lanzada, cara opción 1, águila opción 2. En mi mente pensaba: cualquiera está bien, pero quería ir a ambos lados. al final la moneda dió su veredicto: iría al Museo Louvre. Como el tiempo apremiaba y si seguía en el bus del Tour, no iba a llegar a ningún lado, decidimos irnos en metro.
La fama de Paris sobre sus carteristas se la tiene bien ganada. Sobre todo en lugares dónde hay mucha amontonazón y uno de esos lugares es el metro. Todos mis amigos que han visitado Paris, me advirtieron sobre semejante peligro. Yo llevaba mi bolsa de seguridad pegada al cuerpo con todo mi dinero, tarjetas de crédito y pasaporte. En mi morral llevaba un poco de efectivo y otros enseres. Todo pasó tan rápido y de manera confusa. Era un hombre negro que, utilizando la excusa de ayudarnos en el molinete del metro, aprovechó para bolsearnos. Y SI, estoy segura que fue ese negro hijo de la gran puta, por la forma en que nos "bailó" en el molinete. A mí me sacó 5 euros de ¡la bolsa del pantalón! Ni sentí. A mi tía absolutamente todo el dinero de ella y de mi prima (todo por no usar la bendita bolsita de seguridad!!!).
Lo siguiente que pasó:
- Perdimos de nuevo el vuelo a Venecia y estabamos en una mierda de aeropuerto sin ni siquiera internet, nada, peor que de pais tercermundista dicen...(sin ofender).
- De regreso a Paris, por la fucking fiesta del solsticio de verano, nos dejaron literalmente varadas en una estación de tren para ir a la casa de un amigo (en las afueras de Paris) que nos iba a dar posada. Y los hijos de la gran Crèpe nos habían vendido ya los tickets para nuestro destino final y simplemente perdí mi dinero (desde el robo los gastos estuvieron a cargo mío). Gracias a Dios el Taxi no tardó en pararnos (sólo eso nos hubiera faltado!)
- Tuvimos que pasar otra noche en Paris, a un costo exhorbitante por un cuchitril de habitación.
- Dormí 3 horas antes de ir a la tan temida estación Gard du Nord para tomar un tren que nos llevara de vuelta a Alemania.
- Sentí un gran alivio al llegar a Alemania. El sistema de orden, puntualidad, limpieza y seguridad es incomparable.
- Al llegar a tierra segura, mi sistema caducó, y literalmente dormí por 19 horas seguidas.
- No, ya no fui al Museo de Louvre.
Para cuando escribí mi post de viaje, ya todo habia pasado y estaba disfrutando de mis últimas días de vacaciones en Münster en la casa de unos amigos maravillosas que nos tendieron la mano de una manera incondicional después del robo.
Por ahora, ya tengo mi próximo destino turistico... espero que sea lo más pronto posible si Dios así me lo permite.