Desde que conocí la teoría, he visto como se demuestra día a día en mi cotidianidad. He aquí algunos ejemplos:
1)Para la tragedia del hoyo que se abrío en el Barrio San Antonio, una compañera de trabajo fue la única que perdió a familiares. Hablando de este tema con un buen amigo mío, resulta que un su amigo de la universidad también perdió a familiares en ese extraño suceso. Cuando le pregunté sobre el apellido, resultó ser hermano de mi compañera de trabajo.
2)Hablando con otra compañera de trabajo, procedente de El Salvador, resulta que conoció a el nefasto antiguo decano de la facultad de Ingeniería de la URL. Tipo para caerme en los que no tengo y que encima se jactaba de hacer quebrar empresas y eso “lo ayuda a aprender de sus errores”. Tenía la poca vergüenza de ponerse como un gran ejemplo a seguir (ojitos de cangrejo!!).
3)Veo con alegría y emoción que uno de mis artistas favoritos Enrique Bunbury está cada vez más cerca de mí!! (sonrisa de oreja a oreja) de diferentes formas:
a. YO --> Mi hermana (o Mauro o Gusano) --> Bendrel --> productor --> Enrique Bunbury
b. YO --> Vane --> amiga de la Antigua (que es vecina de…) --> Enrique Bunbury
4)Tampoco se queda atrás otro papasito de la TV:
a. YO --> Douglas --> Wilson --> Cuñado --> productor --> Keanu Reeves
b. YO --> Lala --> Lorna --> David Caruso --> Keanu Reeves
Puede ser que el mundo sea un pañuelo, puede que sea sólo una leyenda urbana; pero yo fantaseo, sabiendo que talvez algún día, en el momento adecuado, todos concordemos y pueda darle un besotote a Enrique y a Keanu o a Alejandro Sanz, o Jude Law o al chavo de mis sueños. Cada vez que lo comento con amigos se cagan de la risa de mí… pero… muy dentro de ellos saben ¡¡que puede ser posible!! Recuerdense de la frase: “qué chiquito el mundo vaá!”