Esa delgada línea...

lunes, 28 de julio de 2014

... que existe entre el amor y la amistad.

Y precisamente porque es delgada, es que es tan fácil de cruzar o de pensar que se cruzó.  Esa línea es delgada en un sólo sentido, pero en el opuesto se puede, incluso, convertir en abismo.  Puede que uno pueda vivir perennemente entre un sentido y otro, sintiendo un poco de esto y un poco de lo otro. Una mezcla de "amores". ¿Por qué no?  Si en realidad los seres humanos, y por supuesto unos más que otros, tenemos sentimientos complejos. Somos seres complejos, que a veces nos tornamos complicados.  Y no es la complejidad la que le rompe el lomo a uno, es la "complicabilidad" con la que hacemos las cosas. "Nadie ni nada lo complica a uno, uno solito se complica", me dijo un amigo una vez.

Y tratando de buscar respuestas, una razón, algo que me indique porque después de tanto tiempo y en este preciso momento de mi vida, he cruzado la delgada línea que separa la amistad del amor con lo cual me doy cuenta que de repente él pasó de ser sólo un amigo (como que fuera "asexual": es decir que no me atraía absolutamente nada) a ser un amigo hombre, y un hombre con el cual me siento bien, feliz, cómoda, querida, comprendida, entendida, cuidada, apoyada, completa, valorada. Compartíamos todo, excepto la cama. Era algo normal, bonito, liberador. Era el "estar" en su versión más simple, profunda y auténtica. De esas amistades con el sexo opuesto que son tan difíciles de encontrar en el mundo (y que muchos quisieran). 

Ni tan de casualidad, me encontré una publicación en un blog, que se titula como ésta entrada. Créanlo o no, fue pura casualidad.  Y voy a copiar textualmente lo que dice: 

"La curiosidad. Esa sensación de compañerismo. La lealtad mutua. El dar desinteresado. la preocupación -y ocupación- constante por el otro. Fidelidad. ESE amor.
¿Es eso amistad? ¿por qué, si podemos tenerlo con gente del mismo sexo, es tan complicado con el opuesto?
Y acaso, ¿no buscamos todo eso en una pareja también? ¿Acaso no buscamos que nuestra pareja, nuestro compañero, se transforme en nuestro amigo?
¿Por qué terminar la amistad entonces?
Si somos amigos, es porque algo nos atrae del otro: intelecto, humor, carácter, intereses personales, etc.
Puede que tengamos una atracción física por algún momento también, ¿eso excluye inmediatamente la amistad? ¿No puede ser "un algo más" de las tantas cosas que compartimos en la relación?
El problema se presenta cuando uno empieza a desplegar su parte "posesiva", y nosotros mismos somos los que elegimos dejar de ser amigos para transformarnos en eso otro, que ni siquiera sabemos que somos"

¡Toma! diría Don Ramón al darle un coscorrón al Chavo del ocho.

Bajarle un par de rayitas a la posesividad (o mejor, todas las rayitas!!) y disfrutar de esa relación tan maravillosa, que tanto bien me hace sin dejar de ser amigos, tendrá que ser la opción que debería elegir.
Porque el que alguien te guste, no significa necesariamente, que tenga que terminar en una relación de pareja. Simplemente te gusta.  De todo lo que se puede encontrar en redes sociales, me encontré con esto, que no al 100%, pero indica básicamente lo que intento decir:


Y, ¿¡cómo no me va a gustar?! si es un hombre maravilloso!!! y me siento tan bendecida por tenerlo en mi vida, como amigo, que la confusión que tenía entre si es amor romántico o amor de amigos, se va aclarando poco a poco.  Por que es este amor puro con un tinte muy ligero de romántico que siento por él, lo que produjo en mí un cataclismo emocional, ya que nunca había querido a alguien así (fuera de mi familia directa), no lo permitía!!! Ni siquiera a mis ex parejas. Y fue algo nuevo, algo desbordante en mi corazón, algo que pensé no podía sentir, a menos que encontrara a mi alma gemela. Si eso del alma gemela existe, quizá encontré a una de ellas o lo más parecido a eso, pero tomó la forma de un amigo.  

Tal vez esto fue un ejercicio de mi corazón para mi mente, un ejercicio de estiramiento, de acoplamiento. Un ejercicio para acomodar todo, preparándome para cuando ese hombre que está destinado para vivir conmigo el resto de mi vida, llegue (sigo teniendo la esperanza de que nos encontremos!). Porque tal vez sin éste ejercicio, no hubiera sido capaz de entender, y asimilar lo que significa el amor en todo el sentido de la palabra (no pasión sexual, no apego, no codependencia, ni nada de esas cosas que a muchos nos ha tocado vivir en algún momento de nuestra vida).

Estoy segura de que mi amistad se verá fortalecida y no dañada después de este mini período de "stand by". A veces es mejor un rato colorado, que mil descoloridos. No soy la primera, ni la última que pierde el horizonte o el suelo. Sobre todo con una persona que te llena y te entiende y te conoce. Suena egoísta, porque todo es para uno. Pero la intención no es esa.

Nota: Cuando leas esto, es porque el tiempo necesario se ha cumplido, y he vuelto a ti otra vez como amiga, la que era. Un poco mejor persona, más libre, menos complicada y con la plena certeza de que nuestra amistad sigue en pie y con raíces más profundas.


Cualquier parecido con alguna historia real, actual o pasada, es pura coincidencia.