Parentesis...

sábado, 28 de junio de 2008

Si 12 días fueron 5 minutos
entonces 1 hora serian 5 meses
para que te quedaras toda la noche
hubieran sido 3 años de ausencia.

De Viaje: Estación de Partida

viernes, 27 de junio de 2008


Los nervios me acompañaron dos días antes. Siempre me pasa, sobre todo cuando los viajes en avión son muy largos. Esa tos molesta (y no de fumar), sino de nervios se hace cada vez más presente, acompañada de una ligera nausea.
Nunca me imagine que mi pequeña fortuna, ahorrada por algún tiempo, se iba a convertir en unas pocas monedas útiles en casi toda la UE. Joder!! Mi poder adquisitivo del otro lado del mundo iba a ser algo limitado, pero eso no empañaba mi alegría de conocer el “Viejo Continente”. Siempre había soñado con mochilear por Europa, y al fin lo había logrado: iba a mochilear por 12 días exactos (Si, ya sé, muy poco tiempo, pero por algo se empieza!!). Todo lo tenía listo desde aquí: vuelos por líneas aéreas baratas, hoteles, itinerarios turísticos, precios, horarios, etc.
Tuve dos compañeras de viaje: mi prima y mi tía. Cada una de nosotras llevamos nuestra propia expectativa del viaje y por supuesto nuestros intereses eran bastante diferentes: a mi prima la moda, a mi tía la fórmula maravillosa de la eterna juventud, a mi la historia y por supuesto mi hobbie: La Realeza Europea. Quería estar en lugares con mucha historia, visitar castillos, ver retratos en vivo y a todo color, visitar museos con una inmensa colección de Roma, Grecia, Egipto. Ver, tocar, imaginarme y transportarme siglos atrás y poder decir: hace x años aquí pasó tal cosa.
Estaba a punto. Sólo tenía que esperar 15 horas para estar “del otro lado del charco” y al fin: Köln, Münster, Londres, Paris, Venecia, Padua, nuestros destinos. Las primeras 4 horas de viaje transcurrieron con toda normalidad. Las siguientes 11 horas de vuelo, el verdadero brinco, fueron poco menos que desesperantes. El avión parecía camioneta canastera o “chicken bus” como vi que las llamaban en una guía de Lonely Planet de Guatemala. Sólo faltaban las gallinas, las bolsitas de mango con pepita, las tortillas con queso. Era como que si las sobrecargo (antiguamente llamadas azafatas o aeromozas) dijeran: “corranse pa’tras, todavía caben más!!”
Pienso: “en mi próximo viaje, voy a hacer el esfuerzo y me voy a comprar pasaje de business”. Miraba de lejos esos asientos tan separados, tan cómodos, que realmente sentí envidia… pero me la aguanté!!! Pero ni modo, íbamos en clase “económica” (creo que esa palabra es una burla de las aerolíneas, la verdad) y había que hacerle…como buenas mochileras.
Después de dormir por poquitos, hacer ejercicios de estiramiento, escuchar todo el repertorio de música del avión, comer, etc., etc., etc.,… al fin la melodiosa voz de nuestro capitán diciendo: Estamos próximos a aterrizar en el Aeropuerto de Frankfurt am Main. ¡¡Jesús, hemos llegado!!! Y una alegría indescriptible llenó mi ser.

De Viaje...

domingo, 22 de junio de 2008

... por el otro lado del charco. Esperando la hora de llegar a mi casa y regresar a la rutina de siempre, pero con una nueva vision. Talvez no será ya tan rutina, después de todo. El viaje, lleno de aventuras desde el principio: veranos fríos, pérdidas de vuelos, carteristas, amigos incondicionales en paises tan distantes... ángeles por donde quiera!!! Pensando en vos, pensando en usted, pensando en ti. Pensando tan lejos en todos y en uno. Pensando en mi y en esta aventura que me han permitido vivir y disfrutar a cada instante.

Münster, Alemania.