Paris, la citè de mes déceptions (I)

sábado, 2 de agosto de 2008


C'est la vie!!


Para muchos, ir a Paris es un sueño. Es una ciudad a la que la mayoría de personas quisieran conocer. Puedo hasta afirmar que el 99% de las personas que ya la han conocido les gustaría regresar o regresan cada tanto. En mi caso (y muy particular), desde que estaba planeando mi viaje a Europa, Paris fue un destino al que escogí debido a que quedaba en el "camino" hacia italia desde Londres, y pensé "bueno, que más da, igual tampoco la conozco". Pero había algo dentro de mí que no me permitió emocionarme particularmente por conocer Paris. Como diría un amigo, tomando como referencia el tema de Ismael Serrano, Casandra: "vi entre sombras el futuro".


El sabio dicho de: "lo que mal empieza, mal termina" no pudo ser más exacto. Y todo comenzó cuando perdimos el avión hacia Paris.

Sólo me puedo imaginar en un universo paralelo en el cual no perdimos el avión y estabamos llegando al Charles De Gaulle a eso de las 21:30 horas. Una hora y media más tarde arrivaríamos a la estación Garde du Nord para tomar el metro hacia La Bastille, en dónde a una cuadra se encontraba nuestro hotel. En el universo paralelo, llegamos al hotel a eso de la media noche. Sólo de imaginarmelo, se me eriza la piel.


El avión salió de Luton a las 10:00 a.m. y llegamos a Paris dos horas después. Después de dar vueltas como trompos en el aeropuerto De Gaulle para encontrar el tren que nos llevara a la estación Gard du Nord, llegamos al anden donde se encontraba el tren listo para partir. Yo apresuré el paso y pude subir al tren, en eso, como diría la canción "la puerta se cerró detrás de mi..." y veo mis dos acompañantes con los ojos desorbitados en el anden del tren. El tren empezó su marcha rumbo a Garde du Nord y yo después de vociferar "¿cómo putas se abre ésta mierda?" con un francesito a la par mía, me dí cuenta que nuestros intentos eran inútiles y no me quedó más que decirles: "las espero en Gard du Nord". Mi pena (o angustía, mejor dicho) no era el irme solita en el tren, sino que mi prima se había quedado con los boletos del tren. Al sentarme ya más "tranquila" me di cuenta que había una familia de mexicanos a la par mía, que por supuesto que escucharon toda la sarta de malas palabras que existe en mi vocabulario. Sólo me imaginé como me miraba y escuchaba, y sé que fue un espectáculo gracioso. "pura nita!" pensé.


Yo no me considero una persona miedosa. Le hago frente a CASI cualquier cosa con los ovarios bien puestos. Pero al bajarme del tren en la famosa estación, mi corazón empezó a palpitar fuertemente y un nerviosismo cruzaba todo mi cuerpo. Era una estación oscura y sucia, muy parecida a Harlem, NY. Las pintas de las personas no eran del todo buenas. La espera de 14 minutos se me hizo eterna, hasta que por fin aparecieron. Ahora digo: Gracias a DIOS que no llegamos en la noche!!!!!


Luego de llegar al hotel y subir los 6 pisos hasta nuestra habitación, la cuál era muy bonita (por lo menos!), descansamos un rato y luego partimos a recorrer lo más que pudieramos Paris, ya que al día siguiente nos teníamos que ir.


cont...

3 comentarios:

BC dijo...

Uff, empezó mal la estadía en París, yo como muchos otros anhelo volver, a mí me fascinó! y eso que me faltó tanto taanto por conocer!
Si tenés otra oportunidad de volver, hacelo, seguro la siguiente es mejor. :)

Andy dijo...

Ayy no vos.. te juro que en cada palabra que lei me rei, por Dios toda una odisea la que viviste... No es en afán de burla aclaro vaaa, conociendote

Luisa F.S.C. dijo...

nel, no os preocupeis...ahora me mato de la risa de mi misma...
Y eso que no puse todo sino sólo lo más trascendental.