London at night

viernes, 25 de julio de 2008


El primer día de estancia en Londres, pudo probar uno de los platos típicos: Fish&chips, que es filete de pescado empanizado con papas fritas (de un corte grueso). Creo que mis expectativas en cuanto al sabor de éste platillo fueron tan altas, que realmente me descepcionó. Yo sé que el gusto de los europeos es más simple que al que estamos acostumbrados en latinoamérica, y en mi caso particular, pues me gusta la comida bien sazonada, con sabores y aromas bien definidos. En conclusión: plato simple. Pero le daré el beneficio de la duda, porque talvez (y sólo talvez) no degusté de éste platillo en un lugar dónde lo sirvieran bien, ya que fue en afuera de la Torre de Londres. En cuánto al bendito Meatpie, me quedé con las ganas ya que caminé y caminé por un lado de la ciudad de London, buscando un pub dónde sirvieran tan peculiar platillo y resulta que los mejores (y dónde los sirven) estaban en el otro extremo de donde me encontraba.


Mientras estaba de viaje, se llevaba a cabo la Eurocopa 2008, la cuál seguía de cerca ya que mi equipo favorito de toda la vida: l'azzura, ¡forza Italia! estaba jugando. Es curioso ver que la actitud de la gente ante un evento de esa naturaleza, en especial la de los hombres, es bastante similar a la que ocurre en Guatemala: la gente se reune en bares con amigos, se toman unas cuantas (o muchas), celebran/lloran las comunidades (turca, italiana, alemana, etc.) según el marcador. Inglaterra no clasificó para la Euro, pero eso no impidió a varios inglesitos abarrotar los bares, junto a inmigrantes de los paises que estaban jugando y así celebrar la fiesta del futbol.

Ese día, Italia ganó su último partido para pasar a la siguiente ronda (ya que después fue descalificada por el ahora campeón España), para ese momento nos encontrabamos en Piccadilly Circus, descansando después de caminar por aproximadamente 3 horas, tratando de llegar a un punto "conocido" y tomar el metro para nuestro hotel de regreso. Fue mientras caminaba por los callejones que disfrute la victoria (oh! quién iba imaginar que sería efímera!) de mi equipo, y para cuando llegamos a Piccadilly Circus se formó una fiesta de italianos. Algo así como lo que ocurre en el Obelisco. La alegría fue tal, que decidimos quedarnos cenando en "La pequeña italia" de Londres. El sitio elegido era un restaurantito tan lindo y romántico (lástima que no iba ningún hombre ja!), con una comida deliciosa, atendido por italianos con su tradicional sentido de la "atención al cliente". Fue el mejor Rissoto al Funghi Porcini que jamás he probado.

Cerca de Piccadilly Circus hay muchas discotecas a la cuál nos invitaban a pasar, pero no entré a ninguna, por lo tanto si me preguntan ¿cómo es la vida nocturna de Londres? responderé: no sé. La única justificación: NO vuelvo a viajar con gente mayor y que no tenga compañía de su propia edad.

Mi reloj biológico se descontroló un poco (no por el cambio de horario), sino que la noche caía a eso de las 21:30 horas. Estaba como si nada a altas horas de la noche, caminando, pensando que talvez eran como las 9 de la noche.

Gracias a Dios el Subte o metro o "tube", deja de pasar a las 03:00 a.m. Con el tema del metro, al principio sentía un poco de ansiedad, obviamente porque en Guatemala no tenemos metro, y la unicas veces que me he subido a uno fue en Buenos Aires y con guía, y en San Francisco (que es el Bart), pero con amigos que sí conocian. Esta vez me tocaba sola. Pero la mera verdad, no es tan complicado como uno se imagina. Los mapas parecen un nudo de colores, con tantas lineas y destinos, pero una vez se le agarra el hilo, ya todo es "piece of cake". Lo malo era que cuando ya me consideraba buza para el metro, ¡ya me tenía que ir!


LA COMPARACIÓN: es que no hay comparación!!, en la calidad, limpieza, aparente seguridad que hay en el servicio público de Londres con el de Guatemala, eso sí, si vivieramos como en Londres, pero ganando en quetzales, el pasaje de una camioneta costaría Q23.00. Eso si, no le ganan a los alemanes.


La Xenofobia: Dicen que ha crecido la onda xenofóbica en Europa, en especial con los latinos (sean turistas o no). Yo no lo viví, gracias a Dios. Conmigo se portaron super amables, siempre tratando de ayudar. Pero como los ingleses están un poco traumados con eso de la guerra de Irak y los ataques terroristas, bueno es de esperarse cierto rechazo para los "bloody strangers"


En fin, mi primera noche terminó con pies hinchados de tanto caminar, habiendome recreado la historia de "i knew i love you, before i met you" de Savage Garden al ver a un hombre en el metro hecho a mi medida (fisicamente hablando), con una buena cena (sin miramientos del budget), con la fiesta de la comunidad italiana abajo de la estatua de Eros. Estaba tan cansada, pero con la expectativa de ver al día siguiente el palacio de la Reina y las joyas de Tutankamon, mi sueño fue casi instantaneo.

2 comentarios:

BC dijo...

Wow, Londres!! Qué lindo!!
y encima ver la EUROCOPA!!! wow! qué dicha!
Ojalá algún día conozca, sé me fascinaría!

Buen relato!

Unknown dijo...

Me gusta mucho esta tu serie; de verdad que mas que transportarlo a uno das curiosidad, ganas de experimentar. Por lo demás te dire que me imagino que no lo miras, pero como que has estado leyendo a Isabel Allende y no dejas de checar a Quino seguido. Muy bonito ver la manera en que escribis... y solo rebuscandole miro influencias. Muy tuyo e incluso separado de vos, de tu forma de ser cuando se te tiene enfrente, es algo muy interesante.