Segunda Estación: London, day 1

jueves, 24 de julio de 2008


A mi criterio, una ciudad con un perfecto balance entre chic e histórica. Miles de cosas que ver y hacer. Lo más recomendable es pasar por lo menos una semana en Londres, para poder disfrutar intensamente cada rincon. En mi visita relámpago de 2 días a Londres pude visitar los puntos turísticos más importantes.



He de reconocer que algo me faltó y es que, generalmente, en los países que he tenido la oportunidad de conocer, me gusta acercarme más a las costumbres de los habitantes comunes y silvestres. Disfruto tanto yendo a los restaurantes y pubs más populares (pero no de turistas); ir a los mercados: me encanta ir a los mercados y probar, ver, oler, observar la interacción entre vendedor y comprador; la comida callejera (siempre teniendo en cuenta el sabio consejo de Antoni Bourdain: "Ve al puesto que tiene más gente, de seguro es el mejor"), espectáculos culturales como ir al teatro o conciertos. Pero para hacer esto se necesitan dos cosas: tiempo y caminar (bueno, también dinero. Londres es una ciudad bastante cara).

Pero, el hecho que me haya faltado esa parte no quiere decir que no me haya maravillado con lo que conocí. De hecho, como comenté en un post pasado, yo soy una persona a la que le gusta mucho la historia, en especial todo lo relacionado con las monarquías de Europa. Y, como la Monarquía Inglesa es una de las más antiguas e importantes, pues el Tour del Big Bus quedó como anillo al dedo. Realmente fue muy conveniente (para mí) comprar el ticket del Big Bus Company por 24 horas y subirme y bajarme en cualquiera de las paradas anunciadas. Además, el mapa que me proporcionaron fue más que útil (como lo pude verificar en horas de la noche). Gracias a mis guías (en vivo y con audifonos), pude enterarme que Londres como tal (la que conocemos o hemos oido) tiene dos pequeñas ciudades dentro y que forman parte de ella: City of London (donde vivía "la plebe") and The City of Westminster (donde vivían los Nobles Aristócratas). ¡Muy educativo y entretenido el tour! Altamente recomendable.

Yo tenía claro qué era lo que queria visitar (aunque fuera sola) y era "imperdible" en mi corta estancia en Londres: La Torre de Londres, Buckingham Palace y su cambio de guardia, The London Eye, El Palacio de Westminster, La Abadía de Westminster, Piccadilly Circus, Oxford Street, The Tower Bridge, comer en un pub donde sirvieran fish and chips y meat pie.

También supe que TODOS los museos en Londres tienen entrada GRATUITA, por lo tanto quería ir al famosísimo British Museum y apreciar su espectacular colección Egipcia. Justo en los días que estaríamos en Londres, el BM tenía en exhibición nada más y nada menos que: las joyas de Tutankamon. Claro! Tenía todas las ganas de ir.

Parentesis: Los ingleses están igual de frickeados con lo del terrorismo y la seguridad que los gringos.




Nuestra primera atracción fue el London Eye. Muy buena experiencia, buenas fotos, buen paisaje. La vuelta dura 30 minutos y vale cada Libra que uno paga. No entramos al Palacio de Westminster, que es la cede del parlamento inglés y dónde se encuentra el famoso reloj con su famosa campana llamada... si, esa. Ya comenté que Londres es cara, verdad. Pues también que absolutamente todo lo cobran, hasta las iglesias "turísticas" como la Abadía de Westminster (sólo para nobles) o la Catedral de San Pablo (la mega iglesia para el pueblo). Así que NO entré, ¡igual, no iba a rezar!


Camino a nuestra segunda atracción, pasamos por la famosa Trafalgar Square, con sus enormes leones hechos con los cañones fundidos de Napoleón Bonaparte.

La segunda atracción (y memorable pa'mi): La Torre de Londres. No puedo explicar con palabras el sentimiento que tuve al entrar. Dentro, alquilé unos audifonos que le dan a uno una especia de "tour" dentro del complejo y me aventuré hacia el pasado. Pude ver los "apartamentos reales" dónde Elizabeth I estuvo presa antes de ser Reina (Recomendación: The Tudors, buena serie del P&A y apegada a la historia). Realmente estaba feliz. Al ver las joyas de la corona quedé extasiada con la opulencia y el despilfarro de los reyes. El detalle de los adornos, en especial de una ponchera del tamaño de mi mesa de comedor, es impresionante. Después de casi 4 horas dentro, quedé satisfecha. Luego hicimos un "tour" en barco por el Río Támesis de aproximadamente 20 minutos. A mi gusto, no valió la pena (aunque sé que hay mejores tours, pero éste estaba incluido en el ticket del Big Bus, así que...).

Nuestro hotel, rebonito en las fotos del internet. Pero sólo en las fotos. El barrio era igualito a como salen en la película Un lugar llamado Nothing Hill (que por cierto es super chic). Las casas son angostas y de aproximadamente 6 pisos. Las gradas bastante pequeñas, y todas las habitaciones tienen lavamanos dentro de la habitación. Nuestro hotel era barato. Barato dentro de los precios estratosféricos que se manejan en Londres, porque al convertirlo era como que me hubiera quedado en La Posada de Don Rodrigo en Panajachel, pero con la apariencia de la Posada del Elí (jajaja, ¡que recuerdos!). El WC era eso: ¡UN CLOSET! (si, soy algo llena de babosadas con los baños). Pero algo que es invaluable cuando uno anda turisteando, es que el hotel quede cerca de una estación de transporte público (tren, metro, buses, etc.), y el mío quedaba a una cuadra de la famosa estación de King's Cross y St. Pancras International. Aquí, en St. Pancras International salen los trenes que van a Paris y que pasan debajo del Canal de la Mancha y también es la estación que hace referencia en Harry Potter y Las Crónicas de Narnia. Y según investigaciones exhaustivas antes de mi viaje, hay un lugar como que fuera la estación 9 3/4 de Harry, pero que jamás encontré.

Continua...

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